Los bancos y entidades financieras de nuestro país, según la «Legislación Española», están obligados a proporcionar a los consumidores toda la información necesaria para entender los conceptos de la tarjeta que van a contratar. En la mayoría de ocasiones hemos apreciado que no es así, siendo palpable la falta de transparencia en el contrato, que es la ausencia de información proporcionada al consumidor a la hora de comercializar la tarjeta.